Su nacimiento se vincula al término de la Segunda Guerra Mundial (1939-45), momento en el que el mundo se halla traumatizado por las duras consecuencias de una guerra que significó cincuenta millones de muertes en todo el planeta, más los heridos, mutilados y huérfanos de guerra.
La ONU se funda en la Conferencia de San Francisco en 1945 con el objetivo de mantener la paz y la seguridad internacionales, en definitiva evitar que otras guerras sucedieran y fomentar la resolución pacífica de conflictos entre países. Además, la ONU nace con un segundo objetivo: fomentar la cooperación económica y social entre las naciones, es decir, ayudar al desarrollo socioeconómico de todos los países.
¿Cómo funciona la ONU?
La ONU es una de las organizaciones internacionales más grandes y cuenta con muchos organismos, entre los que destacan la Asamblea General y el Consejo de Seguridad. A la Asamblea General asisten todos los países que participan en la ONU (la mayoría del planeta), y para adoptar una decisión es necesaria una mayoría de dos tercios, pero sus decisiones no son vinculantes. En cambio, el Consejo de Seguridad se forma por cinco miembros permanentes que tienen derecho a veto, entre los que están los vencedores de la 2ª Guerra Mundial: EEUU, Rusia, Francia y Gran Bretaña, más China, que se incorporó más tarde. Además, se incorporan diez países más, por turnos, pero sin derecho a veto. El Consejo de Seguridad puede tomar decisiones y obligar a los miembros a cumplirlas, con la fuerza de los Cascos Azules.
Otras instituciones que dependen de la ONU.
Existen muchas organizaciones que dependen de la ONU y cuya función se vincula a la mejora de la calidad de vida en el planeta, luchando porque se cumplan los derechos humanos. Entre ellas destaca el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización para la Agricultura y Alimentación (FAO) o la Organización Mundial del Trabajo (OIT)... Dichas organizaciones actúan en todo el planeta y realizan un análisis de la situación de los derechos humanos en el planeta.
Críticas recientes a la ONU.
Aunque posiblemente el mundo no sería mejor sin la ONU, recientemente las organizaciones ciudadanas critican a la ONU por la falta de participación democrática en sus decisiones, reclamando una reestructuración de sus órganos de decisión.
Además, se va constatando año tras año la debilidad de su influencia en las políticas de los diferentes gobiernos, sobre todo para el caso de las organizaciones antes citadas y que luchan por los derechos humanos (UNICEF, FAO...) Sus conclusiones quedan reducidas a meras recomendaciones o consejos, sobre todo para los más poderosos que no tienen sanción si no las cumplen. Frente a esta situación de pérdida de poder de estas instituciones más humanitarias, aumenta la influencia de otras instituciones de carácter financiero como el Banco Mundial (BM) o el Fondo Monetario Internacional (FMI), creados también tras la Segunda Guerra Mundial. Es más, incluso organizaciones cuya representatividad se establece en función del dinero que paga cada país están ganando poder en la esfera internacional; tal es el caso de la Organización Mundial del Comercio (OMC), no vinculada a la ONU, que ha ido adquiriendo influencia en las políticas de los diferentes países y en la toma de decisiones globales, con una clara orientación economicista y relegando la defensa de los derechos humanos.
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